¡Hola!

El mes pasando, aprovechando uno de los puentes festivos que se producen rara vez en el calendario laboral de Chequia, me propuse ir a la montaña.

Mi idea original era ir a Eslovaquia y recorrer alguna ruta de senderismo por los montes Tatra pero al final tuve que optar por quedarme en Chequia. Tras ver las posibilidades, elegí el conjunto montañoso de Jeseník, el segundo más alto del país.

Así pues salimos desde Olomouc rumbo a la ciudad de Jeseník, desde la cual empiezan varias rutas de senderismo. Como no teníamos el ticket para la autovía y en esta ocasión la carretera principal que llevaba desde Šumperk a Jeseník estaba cerrada, tuvimos que ir pasando por pueblecitos. Lo cual fue una excelente idea porque nos dio la posibilidad de ver las instalaciones de esquí de pueblos como Branná, un destino estrella entre los amantes de este deporte de invierno.

Después de aproximadamente 2,5h de carretera secundaria (sin contar con el almuerzo que tomamos en un pueblo por el camino), llegamos a Jeseník. Una vez allí aparcamos el coche en el centro de la ciudad, buscamos el centro de información turística y desde allí mismo empezamos nuestra aventura de 13,5 km, ya que el sendero empezaba muy cerca.

Resumen del día gracias a la aplicación Map My Hike

Escogimos la ruta de senderismo roja, a pesar de ser la más difícil y con mayor desnivel hasta Zlatý Chlum, una torre con una vista panorámica increíble y desde la que se puede ver Polonia a lo lejos, el pueblo de Jeseník, Česká Ves, etc.

Zlatý Chlum, cortesía de Wikimedia

Tras un descanso y tras haber usado la típica kadibudka (foto más abajo), seguimos la ruta roja rumbo a Rejvíz, nuestro siguiente destino. Por el camino disfrutamos del fresquito de la montaña y de la flora silvestre (como arandanos y setas).

Kadibudka, cortesía de Wikimedia

Una vez en el pueblecito de Rejvíz y después de un merecido descanso junto a una cerveza, nos dirigimos hacia Mechové jezírko, el mayor estanque musgoso de Moravia con más de 7000 años.

La entrada cuesta 20 Kč (menos de 1€) y, aunque solo te dejan explorar el área que comprende un camino de madera y solo puedas asomarte al estanque de manera limitada, a mí me encantó. Me fascinó la flora, las plantas carnívoras en la orilla del estanque y las miles de libélulas que revoloteaban a tu alrededor <3.

Camino de madera hacia el estanque, cortesía de Wikimedia

Plataforma de visita al estanque, cortesía de Wikimedia

El estanque, cortesía de Wikimedia

Es importante no salirse del camino de madera porque, aparte de que es una reserva natural, puedes acabar en el fondo del pantano si no tienes cuidado. Además, hay una leyenda sobre un anciano que pide ayuda para arrastrarte con él hasta el fondo.

A continuación, sin habernos olvidado de descansar largo y tenido ante la magnífica vista del estanque, volvimos al pueblo para coger un bus que nos llevase de vuelta a la ciudad de Jeseník. Podíamos haber seguido por el sendero azul que te llevaba de vuelta a la ciudad a través del pantano, pero era tarde y todavía nos quedaban otras 2,5h de vuelta a casa.

Sin embargo, cuando llegamos a Rejvíz, nos dimos cuenta de que el próximo bus era en una hora. Así pues, teníamos dos opciones, esperar o hacer autostop. Afortunadamente, no tuvimos que insistir y una señora muy amablemente nos llevó de vuelta hasta nuestro coche y nos ahorró bastante tiempo.

Así pues, volvimos a casa cansados y con muchas ganas de hacer más senderismo por las montañas checas.

Espero que os haya gustado esta pequeña aventura en las montañas. Decidme si os gusta hacer senderismo y recomendadme algunas de las rutas que más habéis disfrutado.

¡Hasta la próxima!

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La fuente (Wikimedia) de todas las imágenes se pueden encontrar al hacer clic sobre la imagen correspondiente. La imagen de cabecera es de cosecha propia ;).